Psicologia Jungiana Practica
Dale Luz al Instante
Todos los días así toda mi vida
Estoy iluminado con tu sencillez
Todos los días amor toda la vida
Dale luz al instante
Tal vez no te arrepentirás
Dale luz al instante
Y que el cielo le responda al mar
Dale luz al instante
Y es que nunca nunca te arrepentirás
Estoy entusiasmado con tu río de amor
Es una fuerza que une mi destino
¿cómo haré para encantarte con la canción
Que es un anhelo que dura lo que una brisa?
Solo dale luz al instante
Nunca te arrepentirás dale luz al instante
Y que el cielo le responda al mar
Dale luz, luz, luz
Y es que nunca te arrepentirás
Dale luz al instante
Tarde o temprano el tiempo se acabará
Al volver de su noche oscura que ya pasó
Y tu al mirarte al espejo tal vez querrás
Que se detenga el mundo solo para ti
Y eso no puede ser no puede ser
Mi vida
Nunca te arrepentirás dale luz al instante
Y que el cielo le responda al mar
Dale luz, luz, luz nunca te arrepentirás
Dale luz al instante
Sin sospecharlo el viento te arrebatará
Esa hoja escrita con tu mejor canción
Que ya no recordarás y que creías que haría
Una revolución sin amor
Y es que nunca funcionó
No puede ser mi vida!
Servicio como fenómeno psico-espiritual
El individualismo y sus pestes han convencido al humano de hoy que el vivir tienen que ver solo con los objetivos personales, que mi placer individual es aquello que trae bienestar, que el vecino es solo una otredad sin relevancia, un personaje no jugable (NPC) en nuestra simulación, que la cortesía es debilidad que provoca ansiedad y que el servicio es una perdida de tiempo "sin lucro".
Cuando niño fui criado bajo valores y virtudes a desarrollar. Tanto mis padres como mis abuelos me enseñaron que el servicio es no solo una conducta, sino una actitud a mantener. Estar "atento" cuando algo se cayera para recogerlo, ser cortes para ayudar cuando sea necesario y otros simples actos me permitieron comprender desde la infancia que estoy para mi por supuesto, pero también para otros, y ello sirve constantemente como micro disoluciones del ego.
Viktor Frankl, el creador de la Logoterapia, decía que su propio sentido era permitir que otros encontraran su sentido. Su vivir estaba al servicio de otros, y creo que esto es fundamental para el ser humano, especialmente en la sociedad de hoy tan llena de individualismos, superficialidades y egos inflados.
Estar en disposición constante al servicio nos permite liberarnos de esa aparente cárcel del Yo y sus falsas preocupaciones para comprender que la mente necesita pensar con el cuerpo y no solo con las ansiedades que nos congelan y nos encierran aún más en la aparente interioridad. Un servicio genuinamente altruista y no solo pretencioso que espere felicitación o reconocimiento, sino como un radical vivir que nos recuerda constantemente que soy mi prójimo, que el Yo y Tu son solo conceptos prácticos pero que realmente no hay separación, siendo todos una humanidad.
La filosofía africana del Ubuntu contiene poderosas enseñanzas y reflexiones que pueden complementar estas ideas que comparto. "Yo soy porque nosotros somos" como una constante meditación a mantener nos permitirá saludar al vecino, mirar al otro con afecto y compasión, perdonar como acto de gracia, y finalmente la expansión del ser como el acto de mayor bondad que podemos realizar para todos. Tu propia transformación es el comienzo de la transfomación cultural. No se puede crear un cambio sin tu propio cambio. Ningún movimiento masivo ideológico podrá lograr lo que puede el movimiento de tu propia alma.
El servicio puede permitirte el crear ambientes amorosos de real integración, respetando las diferencias fascinantes en cada ser humano. Un fenómeno en nuestra constante agencia, que desde lo psicológico nos permite cultivar aquello profundo desde una apertura interconectada y unificadora.
El servicio sana, el servicio te sana.
Alucinación como experiencia visionaria y significativa
La alucinación siempre es una experiencia incorrecta desde el lente psiquiátrico que espera un funcionamiento “normal”. La “solución” en este modo es administración de psicofármacos para borrar la posibilidad de esos fenómenos, pero se puede leer tal vivencia psicológica desde otras perspectivas❓
Desde la Psicología Jungiana podemos comprender la experiencia de “falla perceptual” como una diferente forma de realidad donde lo inconsciente proyecta percepciones a modo de comunicación con el ego. Así como el cuerpo nos permite la “somatización” a modo de re-conocimiento del dolor interno, la alucinación aparece como una somatización externalizada en el espacio percibido.
Desde esta mirada podemos entender que todo ser humano que vive este tipo de experiencias puede encontrar en ellas una posibilidad de integración desde la comprensión simbólica.
Hace un tiempo junto a un consultante pudimos aplicar esta lectura en su experiencia de alucinación visual, permitiendo una conversación con esta imagen (un pequeño niño que lo visitaba), integrando este momento como un llamado de su propia infancia a sanar traumas complejos vividos.
Luego de arduas sesiones y su valiente desarrollo autónomo pudo jugar y abrazar a este niño, permitiéndole retirarse de su día a día, y en lo cotidiano, dejar de vivir alucinaciones.
En otra experiencia (desde la Psicoterapia Hipnótica) junto a una consultante el año pasado viviendo distorsiones perceptivas en su cuerpo, pudimos re-comprender esa persistente alucinación de “gordura” desde lo hipnótico, entrando en un mejor trance de auto-aceptación y vitalidad para transformar la apariencia de su cuerpo desde una perpectiva saludable y de amor propio.
Desde un lente de la psicoterapia psicodélica, las alucinaciones vividas en este nueva experiencia de consciencia pueden ser integradas como visiones que revelan nuevas aristas del misterio de la Vida.
En este caso comprendemos que la diferencia entre una alucinación y una visión es el significado.
Cuando el miedo se apodera de nuestra voluntad podemos caer en profundos estados de parálisis, por lo mismo es fundamental desarrollar valentía y discernimiento como virtudes reflexivas que nos permitan integrar lo que la Vida nos entrega, explorando el potencial significativo que estas experiencias pueden otorgarnos.
Si has tenido este tipo de experiencias o te gustaría tomar sesiones de psicoterapia que permitan lecturas más significativas, puedes contactarme!