Tan importante como el todo, es la nada. Tan importante como la producción externa, es la producción interna.
Si definimos la palabra "producción" solo como un acto que tiene relevancia en nuestra realidad externa, perdemos el balance y la absoluta importancia que tiene la producción interna en nuestro vivir. Desde que entramos al sistema educacional, somos entes de producción, resultados y competencia.
La producción externa hace avanzar a la humanidad, la tecnología y las ideas, pero de nada sirve si solo nos enfocamos en hacer y dejamos de lado el no-hacer.
No me refiero a descansar, sino a actividades que desarrollen nuestra realidad interna que luego podrá manifestarse naturalmente en la realidad externa de nuestros actos hacia otras personas.
Las conversaciones, momentos de reflexión, actos espirituales contemplativos, tiempos creativos, conectarse con la naturaleza, juego, arte y todo lo que "no produce" en términos monetarios es fundamental y olvidado. Explorar la mente es tan relevante como manifestar la mente.
Hay cosas (things) y no-cosas (no-things), las cuales no son "nada" técnicamente, sino algo que contiene una sustancia metafísica.
La naturaleza es sabia. Un día tiene 24 horas:
12 días de brillo y 12 de oscuridad.
8 horas de producción interna, 8 horas de sueño, 8 horas de producción externa.
Especialmente en estos tiempos de preocupaciones y tensiones, no olvides el cultivar el jardín de tu alma. Solo desde ahí surgen los frutos y flores que podemos compartir externamente.
Valora las no-cosas y disfruta tu vivir en plenitud
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