La belleza del morir




Estamos en fechas interesantes del año, psicológicamente hablando. Algunos celebran Halloween, otros el "día de los muertos", otros visitarán a sus seres queridos y otros rechazan todos estos fenómenos por miedo a lo "oscuro".

La muerte es una realidad inevitable del vivir. Muchos futuros son posibles, pero aquel que necesariamente ocurrirá es aquel donde el proceso autopoiético molecular cesará. El morir tiene una belleza que una vez la integramos en nuestro vivir, puede abrir nuestra atención al misterioso y mágico regalo de cada instante.

Desde niño he tenido una relación interesante con la "muerte". Siempre la he tenido muy consciente, quizás por su naturaleza misteriosa, y por ello puedo escribir de ella sin miedo. He vivido muertes de todo tipo y agradezco a cada una de ellas por sus aprendizajes.

Seres queridos mueren, relaciones mueren, nosotros mismos morimos cuando nuestra "persona" cambia, mueren momentos que quedan como recuerdos del pasado, y todas esas muertes pueden ser hitos que nos permitan re-cordar el constante estado de gracia en el que estamos.

Con esto no niego en lo absoluto el dolor que trae el morir. Nuestra mente siempre busca el balance y la estabilidad, y siempre un proceso de muerte trae desbalance e incertidumbre, pero una vez dejamos de sufrir y aceptamos el dolor como dinámica en el vivir, podemos soltar certezas e ilusiones, y así aprender disfrutar cada instante desde el agradecimiento profundo. 

Toda experiencia, todo segundo, cada momento en el cual podemos estar conscientes es un regalo.

Desde la filosofía estóica el concepto del "memento mori" puede enseñarte más sobre este extraño arte del aceptar el morir. 

Como se decía en los Misterios Eleusinos: 

El que muere antes de morir no morirá al morir


Siddhārtha Gautama nos dijo que abrazar la mente de Buda es integrar el desapego, Jesús nos dijo que abrazar la mente Cristo es "dar la vida por los amigos" y que "el que cree en mí vivirá aun después de haber muerto".

Grandes escuelas espirituales y filosóficas nos recuerdan constantemente la muerte como una experiencia fundamental que nos guía hacia un supravivir.


¿Donde estabas antes de nacer?
¿Sentías miedo, angustia?

El vivir puede ser entendido como el momento entre las no-existencias, y con ello podemos darnos cuenta que el vivir está absolutamente sustentado en el Misterio como esencia fundamental.  No te preocupes y conéctate a la presencia del Ahora.
No hay que esperar el morir para vivir en el Cielo.

Un día más es un día menos, espero puedas decir estas palabras con una sonrisa de plenitud, por mi parte, aprendo cada día a desaprender y disfrutar cada instante del vivir, aceptando lo que traiga y recordando que la existencia material es solo un (bello) pestañeo.








 

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