Una extraña frase para aquellos que no conozcan la "correspondencia hermética" , pero absolutamente real y parte fundamental de cada persona.
La noción de sujeto y objeto, lo externo y lo interno es claramente un constructo utilitario pero ilusorio. No existe una diferencia entre el que percibe y lo que se percibe.
¿Por qué para algunas personas, viviendo las mismas circunstancias, la vida es una bendición y para otras una maldición?
Podemos observar tal fenómeno desde muchas aristas, pero básicamente ocurre por esta misma correspondencia (que exploro de manera más profunda y práctica en el libro pronto a publicar "Psicohermetismo"). Nuestra mente es nuestra capacidad de atender y enfocarnos en aquello que permitimos que entre en nuestro campo de realidad y existencia.
Es por ello que el entrenamiento mental es fundamental para diseñar un vivir que contribuya al avance de la humanidad, sin distraerse con aquello que simplemente no entra en nuestra capacidad de influencia.
A través de este principio también podemos entender de una manera más integral el uso de afueras para entender adentros. Los psicoanalistas usan el test de manchas (Roscharch), los griegos usaban la borra del café, los japoneses la danza de los peces, entre otros.
Al comprender los símbolos externos e interpretarlos, podemos conocer nuestros símbolos internos y explorar nuestra mente desde un afuera.
Estas antiguas prácticas han sido charlatanizadas por muchas personas que se aprovechan de su labia y capacidad de engaño. Por lo mismo, he abierto este taller online donde compartiré mi modo de interpretación simbólica usando la borra del café (o las hoja de té) donde podrás aprender como realizar esta práctica como modo de autoconocimiento a través de la sincronicidad simbólica.
Cambia tu adentro, y cambiará tu afuera
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